El fentanilo se ha convertido en los últimos años en la nueva sustancia de moda para consumir. Su distribución ya se ha extendido a varios países y se consume de forma abusiva entre algunos sectores de la población. A pesar de que en los años setenta y ochenta surgieron productos que contenían fentanilo y sus análogos, no ha sido hasta la actualidad en que los casos de sobredosis accidentales provocados por esta sustancia han cobrado relevancia. Hoy en día, el consumo de esta droga se ha acelerado de forma exponencial. Se trata de un medicamento muy fácil de sintetizar y que se puede conseguir a un precio muy reducido. Factor que ha provocado un incremento de su fabricación ilegal y su uso recreativo.

¿Qué es el fentanilo?

El fentanilo es un fármaco muy potente de tipo sintético muy parecido a la morfina. Éste se utiliza habitualmente en anestesiología, cirugía vascular y medicina intensiva. Se calcula que su potencia analgésica es de 80 a 100 veces superior a la de la morfina, en la cual tiene su origen. Este medicamento que se distribuye con receta, se administra principalmente a pacientes que sufren dolores intensos. Sobretodo después de pasar por una operación quirúrgica. En ocasiones, también se utiliza para tratar a personas con dolores crónicos y con tolerancia física a otros tipos de opioides. El fenómeno de la tolerancia se manifiesta cuando el paciente necesita tomar una cantidad cada vez mayor de una droga o con más frecuencia para así conseguir el efecto deseado.

Efectos del consumo de fentanilo

Como el resto de opioides, el fentanilo que, también pertenece a esta clase de drogas, actúa al unirse a los receptores opioides del cuerpo. Éstos se encuentran en las áreas del sistema cerebral que controlan las emociones y el dolor. Cuando las drogas opioides se unen a estos receptores, éstos pueden elevar el nivel de dopamina que se encuentra en las áreas de recompensa del cerebro, induciendo a un estado de euforia y relajación.

Consumir fentanilo de forma inapropiada o abusiva provoca los siguientes efectos:

  • Analgesia
  • Estado de euforia
  • Baja capacidad de concentración
  • Progresivo efecto sedante
  • Náuseas y/o vómitos
  • Urticaria
  • Retención de orina
  • Confusión
  • Somnolencia
  • Estreñimiento

Cuando se sufre una intoxicación por fentanilo, la sustancia induce a una depresión respiratoria debido al efecto directo sobre el centro ventilatorio. Por otra parte, también se produce una rigidez sobre la musculatura esquelética torácica y abdominal que desemboca en un estado de coma.

La detección de fentanilo en casos de sobredosis aparece, por lo general, asociada a heroína en compuestos elaborados enteramente en laboratorios clandestinos. Esto aumenta el riesgo de efectos adversos, tolerancia y adicción.

Los orígenes de su consumo

El consumo de fentanilo apareció de forma ilegal en Estados Unidos en la década de los ochenta, principalmente en California. En esa época, se llegaron a notificar muertes repentinas entre los consumidores. En un principio se atribuyeron como consecuencia a una supuesta mezcla de heroína en estado muy puro. Sin embargo, hallazgos posteriores desvelaron que era otra sustancia sintética derivada del fentanilo el causante de dichos fallecimientos. La síntesis de ese compuesto se llevaba a cabo en centros clandestinos.

Cuando un doctor prescribe el fentanilo, el fármaco es administrado por inyección, parche transdérmico o en pastillas. No obstante, esta droga y sus variantes asociadas con sobredosis son elaboradas en laboratorios clandestinos en forma de polvo, añadido a papel secante, mezclado con o reemplazado por la heroína, o como tabletas que imitan otros opioides menos potentes.

Una droga que gana terreno

Durante los últimos años, han surgido varios productos ilegales relacionados con el fentanilo. Algunos de ellos son el butirfentanilo, el acetilfentanilo, el ocfentanilo y el furanilfentanilo. Todos estas sustancias cuentan con un potencial dañino muy elevado. La razón del problema, sin embargo, se encuentra en las infinitas posibilidades que existen de generar nuevos compuestos introduciendo pequeños cambios en sus estructuras químicas. Por ello, la proliferación de estos fármacos ha provocado que muchos países se encuentren inmersos en una lucha contra el abuso de estas sustancias.

Cómo prevenir el consumo de fentanilo

En el peor de los casos, si el consumidor abusa de este tóxico puede sufrir una sobredosis. Y, muy frecuentemente, la sustancia consumida puede ser fentanilo mezclado con otras drogas. Como por ejemplo, heroína, cocaína, MDMA o metanfetamina. El producto resultante de la mezcla es comercializada por muchos comerciantes por motivo de costes. Por ello, siempre resulta difícil saber cuál de las drogas ha causado la sobredosis.

La naloxona es un fármaco que puede ser útil para combatir una sobredosis de fentanilo si se toma de forma inmediata. Este medicamento se adhiere con rapidez a los receptores opioides y bloquea los efectos de las drogas opioides. No obstante, el fentanilo es más potente que otros opioides. Con lo cual, es posible que se requieran varias dosis de naloxona para que hagan efecto. Cualquier persona que tome naloxona debe ser atendida durante dos horas después de recibir la última dosis de para asegurarse de que su respiración no se reduce o se detiene.

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