Beber alcohol mientras se toman antidepresivos, con o sin receta, es peligroso. La combinación puede tener graves consecuencias, tanto físicas como mentales. Según los expertos, la mejor opción es evitar la mezcla de alcohol y pastillas.

Se puede llegar a esa situación por muchos motivos y salir de ella no es fácil: en Amay A.MAS Terapia podemos ayudarte a recuperar tu vida si dejar el alcohol supone un problema.

¿Qué son los antidepresivos?

Los antidepresivos son pastillas se prescriben para controlar los síntomas relacionados con la depresión y tienen como objetivo aumentar la concentración de los neurotransmisores de serotonina, llamada hormona de la felicidad, y revertir así los efectos del trastorno.

Estos fármacos no son de libre uso y se utilizan junto por preinscripción médica, siguiendo unas pautas muy claras y estrictas de consumo. Eso no evita que puedan causar efectos secundarios no deseados, como:

  • Náuseas.
  • Insomnio.
  • Estreñimiento.
  • Visión borrosa.
  • Sequedad en la boca.
  • Fatiga y somnolencia.
  • Agitación, desasosiego y ansiedad.

Estos efectos pueden suponer un riesgo considerable cuando se combinan con alcohol, por la imprevisibilidad de cómo afectará a cada persona ese coctel.

El 15% de las personas que sufren depresión u otro trastorno del ánimo tienen además dependencia al alcohol, lo que puede agravar la enfermedad e incluso llegar a transformarse en un caso de patología dual, en que se da la coexistencia de una enfermedad mental y una adicción, simultáneamente.

La mezcla de antidepresivos con alcohol

La peligrosa mezcla de antidepresivos y alcohol tiene efectos nocivos sobre la salud de la persona que la consume y aun así es una de las combinaciones más habituales.

Que una persona tome pastillas antidepresivas por prescripción médica indica la existencia de un trastorno como puede ser la depresión. En esas condiciones, preguntarse si es posible beber alcohol mientras se está tratando la depresión puede deberse a dos situaciones:

  • Por un lado, que la persona se pregunte puntualmente si es malo beber una copa porque celebra algún acontecimiento, acude a una fiesta, etc., cuando está tomando algún medicamento como puede ser el antidepresivo. En este caso, es una pregunta general en relación a un consumo social, no habitual, de alcohol.
  • Por otro lado, quizás la persona que toma antidepresivos se pregunte si el abuso reiterado de alcohol es perjudicial para la salud, porque hace un consumo excesivo de bebidas alcohólicas y su preocupación sea saber si puede seguir bebiendo. Si este es el caso, la pregunta indica un síntoma claro de adicción al alcohol.

Tras lo que aparentemente es solo una pregunta sobre las consecuencias de mezclar alcohol con pastillas puede haber un problema de adicción.

Las consecuencias de beber alcohol mientras una persona está en tratamiento con pastillas antidepresivas son graves, y sobre todo depende del tipo de antidepresivos y el consumo de alcohol.

¿Qué antidepresivos son más comunes?

El tratamiento para curar un trastorno como la depresión se hace frecuentemente a través de pastillas. De este medicamento hay diferentes tipos como los antidepresivos atípicos, triciclos…, pero los dos tipos de antidepresivos recetados más comunes son:

  • Los ISRS (antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina), se recetan con mayor frecuencia y, además de para tratar el trastorno por depresión, también se usa para el tratamiento de ansiedad o el trastorno obsesivo compulsivo. Su función es aumentar los niveles de serotonina del cerebro. En este caso, e alcohol, junto con estos antidepresivos, puede empeorar los síntomas de la depresión, aumentar los efectos secundarios no deseados del fármaco e intensificar algunas sensaciones como la somnolencia, la fatiga o los mareos.
  • Los IMAO (antidepresivos inhibidores de la monoaminooxidasa), los antidepresivos que se vienen recetando desde hace más tiempo y tienen efectos secundarios más intensos. Han sido reemplazados por otro tipo de antidepresivos, pero se siguen recetando cuando otros tratamientos fallan. El consumo de alcohol con estas pastillas puede provocar peligrosos picos en la frecuencia cardíaca y la presión arterial e incluso ser motivo de hospitalización. Por esta razón, consumir alcohol en este caso es aún más peligroso, aunque sea de forma esporádica.

¿Qué consecuencias conlleva mezclar estas pastillas con alcohol?

Si se combinan los antidepresivos con el alcohol, puede haber consecuencias como:

  • Agravación de la depresión. Consumir alcohol puede contrarrestar los efectos beneficiosos de los antidepresivos generando una mayor dificultad en el tratamiento de los síntomas. El alcohol puede parecer que mejora el estado de ánimo a corto plazo, pero su efecto general aumenta los síntomas de la depresión y la ansiedad.
  • Empeoramiento de los efectos secundarios. Pueden empeorar los efectos secundarios de los antidepresivos. El alcohol puede agravar los efectos que ya causan las pastillas y, en consecuencia, empeorar la situación de la persona con depresión.
  • Reacción peligrosa con antidepresivos IMAO. Como hemos comentado, se corre el riesgo de una reacción peligrosa si se toma alcohol junto a inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO). Si se combinan con determinados tipos de alimentos y bebidas alcohólicas, estos antidepresivos pueden causar un aumento súbito y peligroso de la presión arterial.
  • Alteraciones en el estado de alerta. La combinación de antidepresivos y alcohol afectará tu criterio, tu coordinación, tus habilidades motoras y tu tiempo de reacción en mayor grado que si solo tomas alcohol. Algunas combinaciones pueden darte sueño. Esto puede alterar la capacidad de conducir o de hacer otras tareas que requieran concentración y atención.
  • Sensación de efecto sedante. La combinación de pastillas antidepresivas y alcohol causa sedación y somnolencia, ya que este efecto también es característico del alcohol y de las pastillas por separado. Por lo tanto, cuando se toman ambas sustancias juntas, el efecto sedante es más intenso.
  • Riesgo de muerte. La consecuencia más grave que tendría la combinación de antidepresivos y alcohol. Se produce por un cuadro grave del síndrome de la serotonina, una reacción que se debe a medicamentos que generan niveles altos de serotonina en el cuerpo, es decir, cuando se combina antidepresivos con alcohol u otro tipo de sustancia, e incluso con pastillas como los analgésicos.

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