Pensar en mezclar alcohol y drogas nos lleva al alcoholismo, un problema tan presente en nuestra sociedad que a menudo pasa desapercibido. Se ha normalizado la adicción al alcohol con los peligros claros que esa normalización conlleva. Afecta a millones de personas de todas las edades en todo el mundo. Está reconocida como enfermedad crónica y no solo deteriora la salud física y mental de quienes la padecen, sino que también impacta negativamente en sus relaciones familiares, sociales y laborales.
Aún más grave, es una adicción que lleva fácilmente a otras. Es una práctica cada vez más común y peligrosa mezclar el consumo de alcohol y otras drogas. Esta combinación puede tener efectos muy destructivos incluso en el corto plazo, ya que potencia los riesgos asociados a cada sustancia y puede llevar a consecuencias fatales. Es de gran importancia abordar y prevenir estas prácticas para proteger la salud y el bienestar de las personas. Nuestro centro de tratamiento de alcoholismo en Amay-A.MAS, en Valencia, es el lugar idóneo para buscar ayuda y comenzar el camino hacia la recuperación.
Clasificación de las drogas
Siguiendo la clasificación de la OMS, se clasifican las drogas en tres grandes grupos, en función de cómo afectan al sistema nervioso central:
1. Depresoras
Las drogas depresoras, como el alcohol, la heroína, el opio y la morfina, inhiben o atenúan los mecanismos cerebrales que mantienen el estado de vigilia. Pueden producir efectos que van desde la relajación y somnolencia hasta la sedación, anestesia y coma. Estas sustancias son particularmente peligrosas cuando se combinan con alcohol, ya que potencian sus efectos depresores, aumentando el riesgo de sobredosis y otras complicaciones graves.
2. Estimulantes
Las drogas estimulantes, como la cocaína, las anfetaminas y la nicotina (tabaco), producen euforia, aumentan el estado de alerta y la actividad motriz y reducen la sensación de fatiga y hambre. Mezclar alcohol y drogas estimulantes puede llevar a una falsa sensación de sobriedad, lo que incrementa el riesgo de consumo excesivo de ambas sustancias y las consecuentes complicaciones físicas y mentales.
3. Perturbadoras o alucinógenas
Entre las drogas perturbadoras se encuentran el cannabis, el LSD y la mescalina. Estas sustancias distorsionan la percepción, los estados emocionales y la organización del pensamiento. La combinación de alcohol con estas drogas puede intensificar los efectos de confusión, desorientación y pérdida de contacto con la realidad, aumentando el riesgo de comportamientos peligrosos y potencialmente dañinos.
Riesgos de mezclar alcohol y drogas
Mezclar alcohol y drogas puede amplificar los efectos perjudiciales de cada sustancia. Las consecuencias incluyen problemas graves para la salud física y mental, riesgos durante el embarazo y efectos devastadores en el desarrollo y bienestar de niños y adolescentes expuestos a estas prácticas.
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Consecuencias físicas y mentales
Las personas que mezclan alcohol y drogas pueden tener una mayor inclinación a comportamientos arriesgados y violentos. Esto aumenta la probabilidad de sufrir lesiones, sobredosis y enfermedades crónicas como enfermedades hepáticas, cardíacas y problemas neurológicos. La combinación de estas sustancias también puede llevar a problemas de salud mental como ansiedad, depresión y trastornos psicóticos.
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Efectos en el desarrollo fetal e infantil
Consumir alcohol o drogas durante el embarazo pone al bebé en riesgo de problemas de síndrome de alcoholismo fetal (fetopatía alcohólica). El alcohol puede afectar el crecimiento y desarrollo del bebé, así como su comportamiento y capacidad de aprendizaje. Los niños expuestos al consumo de alcohol o drogas en el hogar pueden desarrollar problemas de salud mental de depresión y ansiedad, además de problemas de conducta y dificultades para aprender, aumentando la probabilidad de trastornos por consumo de sustancias y adicción en el futuro.
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Riesgos en los adolescentes
Mezclar alcohol y drogas en la adolescencia puede afectar el desarrollo cerebral, emocional y social de los jóvenes, dificultando su capacidad para pensar, aprender, razonar y tomar decisiones adecuadas. Estos son más propensos a involucrarse en comportamientos arriesgados, como la práctica de sexo sin protección y la conducción bajo los efectos de sustancias, incrementando el riesgo de embarazos no deseados, infecciones de transmisión sexual (ITS), incluyendo hepatitis B y VIH, y accidentes automovilísticos.
Combinaciones peligrosas
Aunque también hay medicamentos que no deben mezclarse con alcohol, nos centraremos especialmente en las drogas ilegales. La combinación de alcohol con estas sustancias, muy común, puede tener efectos extremadamente peligrosos y graves para la salud.
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Alcohol y cocaína
La mezcla de alcohol y cocaína, conocida como «cóctel letal», es extremadamente peligrosa. Aunque puede parecer que la cocaína contrarresta los efectos del alcohol, en realidad enmascara la intoxicación alcohólica, dando una falsa percepción de sobriedad. Asimismo, esta combinación produce cocaetileno en el hígado, una sustancia altamente tóxica, la cual incrementa los riesgos de trastornos depresivos, alteraciones cognitivas, sobredosis, ya que prolonga y potencia los efectos de la cocaína, y muerte súbita.
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Alcohol y MDMA
Combinar alcohol con MDMA (éxtasis) es una de las mezclas más peligrosas, puesto que el éxtasis incrementa la temperatura corporal, la actividad muscular y la sudoración, y el alcohol provoca deshidratación. Consecuentemente, esta mezcla, a modo de resumen, puede llevar a una deshidratación severa, insuficiencia cardíaca y respiratoria o coma. Además, la combinación también puede causar retención urinaria, aumentando la toxicidad de la urea en la sangre y provocando daños en el hígado y la vejiga.
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Alcohol y antidepresivos
Mezclar alcohol con antidepresivos puede provocar letargo, mareos, sobredosis y un agravamiento de la depresión. El alcohol puede neutralizar el efecto de los antidepresivos, afectando la coordinación, la capacidad de alerta y el tiempo de reacción. Esta combinación también agrava los problemas de sueño, causando desvanecimientos y somnolencia excesiva.
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Alcohol y hachís
La combinación de alcohol y hachís puede ser especialmente perjudicial. El alcohol potencia los efectos del THC, el principal componente psicoactivo del cannabis, lo que puede llevar a una mayor absorción de alcohol y disminuir el rendimiento cognitivo y conductual. Esta combinación puede provocar también reacciones físicas y cognitivas perjudiciales para la salud, especialmente si se consume en grandes cantidades.
A.MAS Terapia, siempre hay una salida
En nuestro centro de tratamiento de adicciones situado en Valencia, A.MAS Terapia – Amay, ofrecemos un tratamiento integral y profesional para ayudar a las personas a mantenerse libres de mezclar alcohol y drogas. Algunos consejos para dejar atrás este hábito incluyen conseguir apoyo, llevar un estilo de vida saludable, encontrar nuevos hobbies, evitar factores desencadenantes y prepararse para las recaídas. Con nuestro apoyo y el compromiso personal, te mostraremos que siempre hay una salida. Gracias a nuestro tratamiento para el alcoholismo, superar esta enfermedad es posible, avanzando hacia una vida más saludable y segura. No esperes más y contacta con nosotros hoy mismo. ¡Da el primer paso hacia tu nueva vida!