La abstinencia es la sensación que se experimenta al interrumpir de golpe el consumo de una droga. Ésta se manifiesta en forma de trastorno que produce una serie de síntomas distintos en función del perfil de la persona adicta. Dichos síntomas pueden ser de carácter fisiológico, emocional y psicológico. En el caso de los porros, este síndrome provoca alteraciones graves en el cerebro, sobretodo en menores de edad. Es por eso, que cuando se detiene el consumo se crea una respuesta fisiológica que se conoce como el síndrome de abstinencia.

El síndrome de abstinencia de los porros puede variar en intensidad según el nivel de adicción que padezca la persona, y se presenta a través de varios síntomas físicos y psicológicos. Aunque una persona deje de consumir marihuana no tiene por qué experimentar el síndrome de abstinencia. Sin embargo, es mucho más probable que sus efectos aparezcan en función de la duración temporal del consumo.

Si se compara el síndrome de abstinencia de los porros con el de otras sustancias nocivas, como el alcohol o la cocaína, la gravedad de los efectos no es tan perjudicial. Del mismo modo, la intensidad de éstos será diferente según las características de la persona y su relación con la droga. Alguien que padezca una dependencia muy leve a la marihuana puede que no llegue a tener síntomas, o que su efecto sea tan reducido que pueda llegar a gestionarlos ella misma.

Los síntomas del síndrome de abstinencia de los porros

El cannabis crea adicción y, por tanto, abstinencia. Pasar por el síndrome de abstinencia no es una tarea sencilla. Dejar de consumir afecta a cada persona de manera diferente, dependiendo de diversos factores. Como por ejemplo, la variedad de marihuana consumida, la cantidad, la edad del consumidor o su metabolismo. Los usuarios que consumen durante periodos muy largos en general experimentan efectos secundarios más graves que los que no fuman tan intensamente o que lo hacen durante menos tiempo.

Los síntomas del síndrome de abstinencia de los porros pueden ser fisiológicos y psicológicos:

Síntomas físicos

  • Sudoración excesiva
  • Náuseas y vómitos
  • Cefaleas
  • Espasmos musculares
  • Dolor de estómago
  • Fiebre

Síntomas psicológicos

  • Sensación de ansiedad
  • Cansancio o fatiga extrema
  • Reacciones bruscas de agresividad
  • Disminución del apetito
  • Irritabilidad
  • Sensación de tristeza o depresión
  • Alteraciones del sueño (insomnio, pesadillas, etc.)

La depresión y el insomnio son los síntomas más característicos del síndrome de abstinencia de los porros, así como la posibilidad de sufrir de pesadillas y de irritabilidad. Respecto a los síntomas fisiológicos, las cefaleas acostumbran a ser algo habitual y pueden durar varias semanas. La sudoración excesiva es un síntoma que explica cómo el organismo trata de eliminar de forma natural las toxinas que esta droga introduce en el cuerpo.

Efecto de los porros sobre el cerebro

Según varios estudios, el síndrome de abstinencia de los porros está muy vinculado con la forma en que el consumo de este estupefaciente afecta al sistema dopaminérgico del cerebro. Este sector cerebral se encarga de liberar la dopamina. Una sustancia que hace que una persona pueda sentir placer al realizar una actividad agradable.

Cuando una persona fuma marihuana, el sistema dopaminérgico puede llegar a liberar hasta diez veces más cantidad de dopamina de lo normal con cualquier otra actividad placentera. Lo que, en consecuencia, también significa que la tendencia a repetir el consumo de cannabis es también diez veces superior a la de repetir cualquier otra conducta que genere placer. El efecto inmediato de este trastorno es que a largo plazo la persona llegue a perder el interés por el resto de actividades.

Cuando una persona decida dejar de fumar porros de golpe tenderá a sentirse apática, distraída y sin motivación. No sólo ya no mostrará motivación por actividades que antes le interesaban, sino que también se encerrará en sí misma radicalizando su conducta hacia la negatividad. Por otra parte, al experimentar el síndrome de abstinencia de los porros, es muy probable que intente sustituir las sensaciones que le producía el consumo por otras que le recuerden a ello. No obstante, es muy posible que experimente dificultades para sentir el placer y el bienestar que le proporcionaba la marihuana. De forma más resumida, se explica por la insuficiente cantidad de dopamina liberada, la cual será inferior a la que se liberaba cuando fumaba porros. Por ello, contar con fuerza de voluntad y no sufrir una recaída es el mayor reto al que puede enfrentarse un adicto.

El síndrome amotivacional de los porros

Este síndrome amotivacional es una acumulación de sensaciones que se experimenta después de un consumo prolongado, frecuente y abusivo de cannabis. Aunque suele aparecer durante la fase de mayor consumo, su presencia también puede darse durante la fase de abstinencia.

El síndrome amotivacional se basa en la dificultad para sentir placer más allá del que se genera al fumar porros. Este trastorno de la conducta afecta a la memoria y a la capacidad de atención, así como a las emociones y a la motivación del individuo en general. La sensación de apatía generalizada será de un grado mayor cuanto mayor haya sido el tiempo de consumo de la droga.

Por otra parte, el síndrome amotivacional viene acompañado de una serie de síntomas que afectan tanto a las emociones como a las funciones ejecutivas. Estos efectos pueden presentarse de forma simultánea o individualmente. Los más destacados son:

  • Dificultad para tomar decisiones
  • Problemas para establecer metas
  • Desmotivación para hacer cosas
  • Perder el interés en el trabajo o la escuela
  • No dar importancia a las personas o cosas
  • Mostrar pasividad
  • Dificultad para acabar tareas, hasta el punto de no ser capaz de terminarlas
  • Callarse las respuestas
  • No reparar en las consecuencias de los actos que se llevan a cabo
  • Mostrar indiferencia
  • Falta de interés para lo que requiere un esfuerzo
  • Desatención hacia uno mismo
  • Problemas con la concentración y la atención
  • Falta de interés
  • No ser consciente del estado en el que uno se encuentra, incapacidad para hacer introspección

A pesar de que el período de abstinencia haya sido duradero, el riesgo de recaída puede seguir siendo elevado. Por eso es muy importante permanecer siempre alerta y reaccionar a tiempo frente a cualquier señal que haga sospechar de que se ha podido recaer en el consumo de cannabis.

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