Comprar más de la cuenta o hacerlo a menudo no es un problema de ningún tipo. Se trata de una actividad ordinaria para poder subsistir y contar con los bienes necesarios para el día a día. No obstante, existe un conflicto cuando hay alguna circunstancia emocional que incita a la persona en cuestión a caer en el consumismo. Por motivos específicos, ésta puede llegar a padecer un trastorno conductual que le lleve a actuar de una forma abusiva a la hora de realizar compras y gastar más dinero del debido. Un hecho que puede verse incrementado en fechas señaladas, como la temporada de rebajas, el verano, los días de grandes promociones o la Navidad. Hoy te detallamos las consecuencias de la adiccion a las compras compulsivas.

En qué consisten las compras compulsivas

Las compras compulsivas son aquellas que se realizan de forma automática o casi inconsciente debido a un impulso emocional de la persona. Se dan cuando ésta siente un ansia irrefrenable por adquirir un producto concreto y lo acaba comprando sin ninguna razón lógica. Este tipo de compras se producen con artículos de un precio reducido o que se basan en la compra emocional. Como por ejemplo, chocolatinas, caramelos y todo tipo de productos que se encuentran justo antes de acceder a las cajas de pago de los supermercados. También forman parte de ello los juguetes y los artículos basados en las aficiones y pasatiempos.

Hoy en día, las compras compulsivas han crecido en número debido a la posibilidad de realizar compras online. La gran cantidad de sitios web de comercio electrónico y el elevado número de comunicaciones comerciales ha creado un panorama de saturación publicitaria. En consecuencia, los usuarios tienen más libertad de elección para elegir lo que desean, cómo lo quieren, dónde lo quieren recibir y cuándo desean contar con ello. Este nuevo contexto comercial ha creado nuevas necesidades, unas que antes no existían y que se basan en el deseo por cosas que las personas no necesitan de forma vital. Es decir, que se basan puramente en el consumismo.

Celebraciones como la temporada de rebajas de verano, el Black Friday, el Cyber Monday y la Navidad fomentan una actitud consumista tratando de incrementar el número de compras impulsivas. Durante estas fechas, los artículos cuentan con unas rebajas de precio mucho más notorias que durante el resto de días del año. Por esta razón. la gente aprovecha para comprar los productos que más desea, que llevaba tiempo esperando recibir o para anticiparse a las compras de Navidad o de algún evento especial. De esta manera, pueden ahorrarse más dinero de lo normal, pero que luego acaban perdiendo por gastar más de la cuenta de forma inconsciente.

El riesgo de ceder ante las compras compulsivas

La adicción a las compras es un fenómeno actual que se genera por un impulso incontrolable de querer comprar constantemente. Al hacerlo, la persona se siente bien, satisfecha, placentera y se olvida de sus problemas y el estrés diario. En cambio, cuando no lo hace, siente malestar, ansiedad, depresión y toda una serie de síntomas psicológicos que acaban afectando a su personalidad y a su conducta habitual. Momento en el cual aparece el abuso y se empieza a comprar obsesivamente.

Las compras compulsivas pueden fomentar la adicción muy fácilmente. Cuando la persona no es capaz de darse cuenta del dinero que ha gastado, acaba perdiendo el control sobre todo lo que ha comprado y tarde o temprano reconoce que se le ha ido de las manos derrochando dinero. Sin embargo, tras esta aceptación el enfermo sigue realizando compras sin parar porque no puede evitarlo. De forma más progresiva, este proceso de aparición de un trastorno conductual pasa por un abuso de las compras, se transforma en una dependencia a ellas y finalmente se convierte en una adicción.

Consecuencias de la adiccion a las compras compulsivas

Según el perfil y la situación de la persona enferma, las consecuencias de la adiccion a las compras pueden ser unas u otras. Padecer adicción a las compras no significa que ésta deba sufrir toda la serie de efectos concretos. Sin embargo, las más habituales y que se producen con mayor frecuencia son las siguientes:

  • Perjuicio económico al gastar demasiado dinero
  • No poder cumplir con los pagos de las facturas
  • Acabar pidiendo créditos bancarios
  • Empeoramiento del ambiente familiar, laboral y social
  • Pérdida de la productividad
  • Abandono de relaciones sociales
  • Pueden destapar trastornos psiquiátricos y actitudes obsesivas y compulsivas latentes

Aunque la mayoría de la gente tiene el control sobre sus propios impulsos, es habitual que se produzcan situaciones en que es difícil mantener el control sobre uno mismo. Y este hecho es mucho más complicado de gestionar cuando intervienen las emociones o factores genéticos o conductuales. Es en este tipo de situaciones cuando los individuos pueden ser más vulnerables, pueden caer fácilmente en la tentación y padecer posteriormente la adicción a las compras. Se calcula que actualmente, el 5% de la población podría contar con algún tipo de patrón que incentive la aparición de un trastorno por adicción a las compras impulsivas.

Síntomas de una persona adicta a las compras compulsivas

Para detectar rápidamente la adicción a las compras o un posible inicio de trastorno conductual, es muy importante que tanto amigos como familiares presten atención a la persona en cuestión y monitoricen su comportamiento regularmente. Si ésta experimenta síntomas como los siguientes de forma habitual y recurrente, puede ser una señal de que está empezando a desarrollar un trastorno por dependencia. Lo que podría agravarse si no se pone remedio ni se previene de alguna forma:

  • Sufrir ansiedad cada vez que no se gasta dinero
  • Padecer insatisfacción después de comprar cualquier producto
  • Sentir irritabilidad y experimentar cambios de humor frecuentes
  • No poder controlarse y tratar de dejar de comprar
  • Sentir culpabilidad tras gastar tanto dinero
  • Problemas para dormir tranquilamente debido a las inquietudes

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